El espacio para los más pequeños de la casa es algo más que un dormitorio. Suele ser también su zona de juegos o de estudio. Es un lugar donde debe sentirse feliz reconociéndolo como su propio territorio.
Para recrear ese particular universo es ideal el uso de papeles pintados y tejidos que marquen una temática lúdica en la que puedan sentir la alegría propia de la infancia.
El mobiliario debe ser de líneas sencillas y que ofrezca la posibilidad de adaptarse a su crecimiento.
En cuanto al color nos decantamos por tonalidades que no se asocien a su género y que puedan crear espacios elegantes a la vez que divertidos.